EL BLOG DE TU ESTILO DE VIDA

Los viejos hábitos son difíciles de erradicar y el camino está plagado de tentaciones poco sanas, por eso, para saber si llevamos una vida saludable o no, sólo debemos hacernos cada noche estas 4 preguntas y así valorar si nuestras intenciones coinciden con nuestros hechos.

La mejor manera de llevar un estilo de vida saludable es dar pasos naturales y sin dolor ni prisas, sólo un poco de vigilancia.

Las preguntas que debemos realizarnos son:

1- Consumo de frutas y verduras. ¿He comido al menos 5 raciones?

Reducen las enfermedades cardíacas, aportan fibra, vitaminas y minerales que ayudan a mantener flexibles las arterias.

Para conseguirlo sólo debemos ponernos un objetivo: de 7 a 9 raciones diarias. 

¿Cómo podemos comprobarlo? Apunta en una nota cada vez que comas 1 pieza de fruta o verdura

Si no hemos conseguido el objetivo durante el día, compénsalo comiendo una fruta a la tarde, una ensalada/verdura por la noche y otra fruta antes de dormir.

2- Consumo de fibra. ¿He consumido tres cereales integrales, nueces y/o legumbres?

Mantiene estable el nivel de azúcar en sangre, controla las ansias, ayuda a sentirse satisfecho y saciado más tiempo, reduce el riesgo de diabetes y enfermedades cardíacas y bajan los niveles de colesterol.

Objetivo: 2 a 4 raciones de cereales integrales y 1 o 2 nueces y/o legumbres

Si no hemos consumido suficiente fibra durante el día, come nueces por la tarde o legumbres en la cena junto al pan integral.

3- Tiempo de relajación. 

¿Me he tomado al menos 15 minutos para relajarme?

Objetivo: Al menos 15 minutos

Control: Pensar cómo te sientes por dentro varias veces al día y saber si estás tenso/a o agitado/a. 

Realiza al menos 1 vez a la semana haciendo lo que te guste para no estar tenso. 

4- Tiempo de moverse.

La actividad física controla el peso, quema grasa abdominal, baja la presión arterial y ayuda a controlar los niveles de colesterol, entre otros beneficios.

Piensa si has caminado al menos 30 minutos al día y si no lo has hecho, sube y baja las escaleras de tu casa varias veces en lugar de usar el ascensor, camina para ir al trabajo o baja un par de paradas antes o a la noche, realiza algo de ejercicio guiado por un profesional cualificado.