EL BLOG DE TU ESTILO DE VIDA

Seguir una dieta equilibrada significa llevar una alimentación que permita mantener un estado de salud óptimo y poder desarrollar las tareas del día a día.  

Tenemos la mentalidad de que la dieta es restrictiva y desagradable, pero una dieta bien diseñada no tiene porque ser así.

La alimentación debe ser nutritiva, saludable y agradable ya que es un hábito obligatorio que tenemos que realizar varias veces al día para mantener una vida activa y con energía.

Muchas personas creen que tanto los deportistas como los que quieren cuidar de su alimentación no disfrutan de la comida porque creen que sólo comen ensalada de lechuga y tomate, pero la realidad va mucho más allá de todo eso. Debemos disfrutar del placer de comer, pudiendo comer de todo, sin excederse de ningún alimento en concreto.

"CAMBIAR HÁBITOS"

Lo más difícil cuando comenzamos un programa de alimentación es mantener en el tiempo los cambios. Para conseguirlo, te recomiendo que apuntes qué quieres conseguir y qué eliminar, ordenándolos por prioritarios y secundarios según su importancia.

No tengas prisa por cambiar todos tus hábitos de la noche a la mañana ya que hacer eso lo único que te garantiza es fracasar.

"ELABORA TU PLAN"

"Ponerse a dieta" trae consigo la creencia de que lo vamos a pasar mal, que vamos a sufrir y que vamos a pasarlo mal comiendo, sin embargo, elaborar tu plan tiene connotaciones de cambio, de tener disposición a conseguir los objetivos propuestos de forma voluntaria, haciendo mucho más sencillo el cambio sin imposiciones.

"REPARTO DE LAS COMIDAS"

Es preferible realizar 5 comidas diarias en lugar de 3 copiosas, no significando que puedas comer más, sino hacerlo con más frecuencia, cada 2-3 horas. Dependiendo de cómo organicemos las diferentes comidas a lo largo del día, una misma ingesta calórica diaria puede pasar de ser una alimentación errónea con aumento del tejido graso, a convertise en una pauta correcta con la perfecta asimilación de nutrientes sin aumentar la grasa de reserva.

Ventajas de comer cada 2-3 horas:

• Cada vez que ingerimos alimentos, le damos trabajo al organismo y le obligamos a gastar energía, por lo tanto, gastaremos más energía repartiendo las comidas que comiendo en una sola vez.
• Las comidas copiosas son difíciles de metabolizar por el organismo, por eso pasarán a ser depósitos de grasa.
• Ingerir alimentos mantiene estables los niveles de glucosa en sangre.
• En las pequeñas ingestas los nutrientes se absorben de forma más eficaz.

La distribución también es importante, debiendo ser el consumo durante la primera mitad del día del 60% de la ingesta calórica total.

 

Recuerda, ¡vive el momento, respira salud!